La primera noche que pasé en España fue en Vigo, en casa de Alex.
Esa primera noche, me hice un ovillo en cama y luché conmigo mismo por no salir de la habitación y tomar el primer vuelo de regreso a Lima.
Pero agüante.
Me sentía tan solo, tan solo, tan solo.
Era el 30 de Mayo de 2007.
Cuantas cosas han pasado. Cuantas cosas.
Y ahora, a 3 meses de dejarte, aún no te dejo. Porque estás y estarás en mí para siempre.
Tengo una nueva tierra, una nueva familia.
Porque mi tierra no es solo donde nací, sino donde he vivido, he reído y he llorado.
Y mi familia no es solo quien por ley es cercano, sino quienes han compartido mis risas y mis llantos.
Y de todo eso tengo ahora.
Las decisiones importantes nunca son fáciles, pero hacemos lo que creemos correcto, que no siempre lo más sencillo.
Sigo y seguiré eligiendo mi destino.
Un fuerte abrazo a todos. Mis queridos. Queridos míos. Y sí, también, mi querida Galicia.
Hay que seguir adelante.
Y ya nos veremos por ahí.
Y nos reiremos otra vez.
Dicen que cuando mueres, un poquito antes, ves pasar toda tu vida en una película. Y yo seguramente volveré a ti, a bailar una vez más, bajo tu lluvia.
Te quiero y siempre te querré.
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