Cuando era pequeño e íbamos a visitar a la abuela Olga, siempre al llegar a tu casa, recuerdo que me sonreías, te acercabas a mí, me acariciabas la cabeza – o me revolvías el pelo, no lo sé – y me preguntabas:
– Eh! Y cuántas novias tienes, eh!? 11?
Y yo no sabía que decir.
Tendría 5 o 7 años. Y sonreía turbado; porque no tenía ni una y mucho menos varias.
Trabajabas con el «chevrolito», «el avispón verde» llevando mercancía , maderas y lo que se pusiera por delante.
Cuanta ilusión me hizo el día que nos mudamos de Lima a Chorrillos y llevaste tú en tu armatoste todos nuestros recuerdos, en varios viajes. Yo iba agazapado en una esquina, entre cojín y cojín, o entre maleta y maleta, ya no lo recuerdo bien. Pero era una aventura para mí hacer un viaje tan largo. Una aventura. Y tu eras el piloto.
Y luego, como eras tan viejo, ya no te querían contratar para trasladar las mercancías, porque el tiempo es inexorable.
Inexorable.
Se tenía que saber.
Se veía venir.
Pero hay cosas que no puedes aceptar por más ciertas que sean.
Aunque hayas tenido las fracturas de cadera.
Y la demencia.
Aunque hayas tenido ya varios ingresos en el hospital y pasabas tu vida en el sofá.
Aunque por las noches no dormías y había que atarte a veces.
Porque aún disfrutabas un buen aseo………cuando estabas lúcido. Y parecía que conocías a los que te quieren. A los que te lloran ahora.
Se veía venir.
Pero quién quiere mirar lo que no quiere ver?
Nadie quiere pasar este trago amargo.
Pero tiene que pasar.
Luchaste en muchas batallas; pero esta vez no pudiste.
Son muchos años y muchas batallas.
Eras un hombre duro.
No puedo llorarte.
Se que esta noche vendrás y acariciaras mi cabeza, me revolverás el pelo y preguntaras:
Eh! Y cuantas novias tienes, Eh!?
Y una vez mas, yo no sabré que decir. Solo te sonreiré, turbado.
Mi abuelo Juan….
Adiós viejo. Buen viaje y sé feliz.
Lo hiciste bien.
Criaste muchos hijos; buenos hijos y buenas personas.
Fuiste duro con ellos, pero les hiciste buenos hombres y mujeres. Fuertes.
Lo hiciste bien.
Vete en paz.
TE QUEREMOS.
Deja una respuesta