Cuando pasan tantas cosas buenas, sabes que nada dura para siempre. Lo bueno y lo malo es pasajero.
En ambos casos, hay que disfrutar y aceptar lo que nos da la vida.
Este año raro en el que se han ido amigos y familiares, no deja de ser feliz a su manera. Porque estamos aquí, aún 🙂
He pasado este cumple muy tranquilo porque así me lo pedía el cuerpo. En compañía exclusiva de mi familia más cercana. Como antaño cuando éramos solo 3 y pasamos muchos cumples en esta multitudinaria compañía 🙂 .
No siempre estoy motivado a escribir y ha habido momentos en los que necesitaba decir cosas. Ahora mismo la verdad no tengo mucho que decir. Me siento tranquilo; me siento feliz.
No puedo decir que lo hago todo el tiempo, pero intento aceptar la vida como lo dije arriba: disfrutar a plena conciencia de los momentos felices y aceptar también los malos momentos sabiendo que todo pasará y que nuestro camino por estas tierras es muy corto asi que, por qué arruinarlo?
Pasémoslo bien 🙂 .
No al enfado, la envidia, el despecho, el menosprecio. No a la tristeza, la deslealtad.
Aceptemos a los demás como son y antes de ello, aceptémonos a nosotros mismos y amémonos en primer lugar. Para dar amor hay que amarse primero.
Muchas gracias a todos por estar allí. No se distancien por cosas terrenales, abrácense y quieránse sobre nuestras diferencias.
Eso es lo que nos llevaremos siempre. El amor.
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