Jodida 🙂
Especial 🙂
Quién no tiene una opinión sobre la Choli.
Pero además, creo que fue ella quien le enseño a mi Gesica el valor de estar siempre juntos, pese a todo. Yo antes no lo quería y no era así. Y digo tan antes porque toda mi vida adulta y parte adolescente ha sido con mi Gesica. Y ella con que vamos a hacer todo juntos. Que siempre juntos.
Y así crecí y maduré
Creo que ha sido todo idea de la Choli.
El último deseo de la Choli fue ir a la playa, porque el Kiki la había llevado poco en todos estos años.
La hermosura de ese paisaje contrasta con la tristeza de los corazones que la llevaron hasta allí.
Aunque siempre pidió que su funeral sea con fiesta y con música; no es fácil en absoluto cumplirlo cuando el alma esta acongojada.
El día era hermoso y ella estaba muy débil. Es sorprendente como nuestro milagroso cuerpo de pronto decide no dar más de sí y pasar de ser activo a casi nada.
Creíamos que ella iba a sobrevivir al Kiki y al tío Eduardo; pero no ha sido así.
Sabemos que los mayores se tienen que ir, eventualmente, pero nunca estamos preparados ni podemos estarlo.
Su enfermedad permitió que esté lúcida casi hasta el final. Cuando llegue al hospital no tardó un segundo en reconocerme y abrazarme.
Tendríamos mucho para escribir solamente de los días que estuvimos en Lima: Las dificultades del hospital, los problemas para estar con ella e ingresar a verla. Todo lo que tuvimos que hacer para pedir y sacarla con alta voluntaria porque ella quería irse en su casa.
Las lágrimas y los lloros.
Aún estuvo en casa muchos días, pese a que yo pensé que solo al llegar ya se iría. Pero aguanto hasta celebrar su cumple, mariachis incluídos 🙂
Y cuando ya no le quedaban muchas fuerzas, porque hasta ella lo notó cuando los primeros días decía que ella no se quería ir; que quería quedarse. Cuando ya sabía que su camino aquí estaba por finalizar, quiso ir a la playa. Un deseo tan sencillo, tan simple; tan tierno.
Quería ir a la playa.
Y para eso tuvo a la mejor hija y la mejor mujer que pudo tener: Gesica.
Porque a trancas y barrancas y llevándola en brazos ya que estaba ya muy muy débil, la llevó hasta la playa para que pueda respirar ese aire húmedo y de un olor especial que te da el mar. Para que se los lleve allá donde fuera. La playa.
A la madrugada siguiente, tras una larga vida; la Choli se fue.
La vida tiene que continuar. Llevamos con nosotros a la gente que amamos.
Buen viaje Cholita; te alcanzaremos, pero déjanos disfrutar un poco más de este mundo a veces duro y otras tantas, tan feliz. Te queremos y te extrañaremos siempre físicamente, aunque siempre digo que tú estás viva en nuestros corazones. Mientras recordemos, vivimos.
No quiero recordarte en tus últimos días. Creo que a las personas las debemos recordar no por cómo se van sino por cómo han vivido toda su vida.
Morir en cierta forma es indigno y triste. Pero la vida en en su esencia es feliz. Por eso sé que finalmente recordaremos cada risa que nos echamos y cada buen momento que pasaste con los que te quieren, aunque ahora mismo sea muy difícil. Recordaremos y reviviremos tu vida; no el triste momento de tu partida física.
No sé como aplacar la pena inmensa de mi Gesica. Quisiera que me pudiera pasar algo de su dolor. Que pudiera compartirlo conmigo. Espero ser suficientemente valiente y fuerte para acompañarla hasta que la herida al menos, duela menos. No es fácil.
Tú sigues en nosotros. Y mientras recordemos, seguirás viva.
PD:
Solo te pido una cosa Choli, porque quienes ya no están con nosotros son nuestros santos personales:
-En sus sueños, recuérdale a mi Gesica lo que le dijiste: Que nunca me deje, que siempre estemos juntos 🙂
Y yo, como te prometí, llevaré tu nombre en mi sombrero 🙂
21-02-25
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